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Viaja y conoce el Valle del Elqui

Octubre 10, 2016



Tal vez el maravilloso contraste que se experimenta al salir de la ruidosa ciudad de La Serena, para encontrarse con un paisaje que es verde, es montaña, es campo y aire puro, impregnen al turista de esa aura mágica que tienen los lugares y las personas que se encuentran en cada rincón de este valle…

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Camino al Valle
El trayecto para llegar al Valle de Elqui es una travesía llena de sorpresas, donde el visitante puede empezar a maravillarse con la mágica belleza del lugar y hacerse una luminosa idea de lo que le espera en un sitio como éste.

Desde la capital de la IV Región, hay que tomar la Avenida Francisco de Aguirre y seguirla hacia el este. Pronto se transformará en calle Colo Colo y, más adelante, en la Ruta 41, que se interna a lo largo del valle.

El camino es de asfalto y se encuentra en muy buen estado. El trayecto hacia el valle es realmente interesante, ya que no corre siempre por la cinta verde del valle, también lo hace por las laderas, atravesando varios túneles y puentes, en medio de una serie de recovecos y diferentes paisajes.

Aproximadamente en el kilómetro 60, un desvío ripiado hacia la derecha lleva en 38 kilómetros hasta el Observatorio Astronómico Cerro Tololo, el cual está equipado con algunos de los telescopios más grandes del mundo.

Algunos kilómetros más tarde llegarás a Vicuña, el pueblo donde nació Gabriela Mistral, la primera Premio Nobel de Literatura de Sudamérica. En este lugar, junto a la réplica de la casa donde vivió de niña, hay un completo museo dedicado a su memoria, el cual es parada obligada para los turistas que deseen impregnarse de nuestra poesía y literatura, que sin duda, son un reflejo del alma chilena.

Al otro lado del río está la Planta de Pisco Capel, que recibe visitas de los turistas. Es una buena oportunidad para conocer el proceso de destilación y fabricación de una de las bebidas alcohólicas favoritas de Chile, donde además de aprender, podrás degustar y brindar en medio de un verde paraíso.

Un poco más arriba de Vicuña sale un camino ripiado hacia la izquierda que, en unos 8 kilómetros, lleva hasta el Observatorio Astronómico Turístico Cerro Mamalluca, que se encuentra en el cerro de ese nombre y está equipado con un telescopio de 12 pulgadas donado por el Tololo y otro de tamaño algo menor. Es el único observatorio donde no sólo se puede mirar el telescopio, sino también observar el firmamento y soñar un poco a través de él.

La ruta principal continúa trepando valle adentro. Los alrededores están llenos de cabañas donde el turista puede detenerse a pasar una noche y disfrutar del cielo estrellado del lugar. Al llegar al pueblo de Rivadavia surge la confluencia de dos valles. La ruta hacia la izquierda (de ripio) lleva hacia Argentina. La de la derecha (asfaltada) cruza el río y sigue hacia Paihuano y Monte Grande, donde comienza el trayecto para quienes deseen llegar al corazón del valle e impregnarse de su misticismo.

El asfalto termina en Pisco Elqui, un minúsculo caserío desde el cual se pueden visitar destilerías de pisco antiguas y modernas. Según se cuenta, el pueblo fue creado y bautizado tomando en cuenta consideraciones comerciales de definición de origen del pisco. Una ruta ripiada se interna hasta Cochiguaz, la otra hacia Alcoguaz, ambas pasando por campos de cultivo insertas en un paisaje de creciente aridez.

La Magia del Valle
El famoso Valle de Elqui es reconocido mundialmente por sus cielos claros, los cuales, junto a su clima cálido, sus tierras fértiles, ríos tormentosos, cumbres escarpadas y un enorme magnetismo, han logrado crear un ambiente bastante especial que invita a recorrerlo y sobretodo, a admirarlo.

Su atmósfera posee características tan especiales que resulta irresistible tanto para quienes quieren volcar la mirada hacia adentro, ya sea reflexionando, meditando o simplemente descansando, como para aquellos que desean investigar los confines más lejanos del universo.

Este lugar está inundado de un aire de esoterismo, y muchos aseguran que es el centro energético del planeta debido a privilegiada ubicación geográfica. Valle arriba hay comunidades esotéricas de distinto tipo -místicas, holísticas, naturistas, ashram, gestálticas y otras- que incluyen desde aquellas cuyos integrantes se relajan sentados bajo pequeñas pirámides hasta otras que juran que si algún día los OVNIS deciden contactar a los terrícolas, éste será el lugar escogido.

Muchas poseen restaurantes, campings y cabañas, e invitan a retiros y terapias. Tal vez lo más atractivo de este mágico sitio, además de sus imponentes montañas y hermosos paisajes, es la filosofía de sus habitantes. Ellos, sencillos, pero en ningún caso simples, son verdaderos maestros de la espiritualidad, y están siempre abiertos a ser visitados en sus rústicas casas, donde de seguro encontrará, además de un inmenso cariño, un lugar calientito donde dormir y meditar. Sí, porque los elquinos se fascinan con los visitantes y hacen todo lo posible por traspasar su energía y contar sus fantásticas historias y experiencias, sorprendiendo al más audaz y enamorando locamente al más cuerdo.

Cochiguaz
Ubicado en plena precordillera prácticamente a 1740 metros sobre el nivel del mar, es posiblemente el lugar que está más alejado de las ciudades, y el último sitio para visitar en este valle.

Bordeando el río Cochiguaz, este paraje, donde aún predomina el paisaje autóctono, es el lugar perfecto para disfrutar del cielo, las estrellas y la relajación.

Pocas son las casas que se encuentran en Cochiguaz, ya que no existe luz eléctrica y el camino es bastante dificultoso, por lo que se recomienda llegar en jeep o camioneta. La soledad que se experimenta aquí es ideal para reflexionar y soñar bajo los enormes sauces que acompañan al río en todo su recorrido.

Existen, sin embargo, algunos campings bastante rústicos donde quedarse, de los cuales, el más alejado, y por tanto el más tranquilo y con mayor atractivo en paisajes, es el “Cochiguaz”, donde, por bajos precios que generalmente son muy conversables, se puede disponer de sitios muy independientes, muy naturales y tan apacibles como el mismo valle.

Además, para quienes deseen distraerse un poco, en Cochiguaz es posible realizar tours a caballo y expediciones de ecoturismo que entretienen al visitante durante todo un día.