Saliendo de Santiago por la Autopista Los Libertadores, el camino va entre la cordillera de los Andes y un hermoso valle rural, que cada vez está más urbanizado. En el km 12, hacia el lado izquierdo, hay una antigua iglesia rodeada de palmeras alrededor de las casas y del parque San Ignacio de Qulicura (MN), hermoso conjunto del siglo XVII que perteneció a la orden jesuita. Su capilla está coronada por una torre de madera. Más adelante, junto al camino, se ofrece artesanía de piedra y mimbre. Luego se puede tomar la salida de la carretera para entrar, en el km 29, a Colina, un pueblo agrícola que tiene una llamativa plaza de trazado irregular. El mismo camino lleva a Los Andes. A la derecha, está el enorme y moderno Centro de Cumplimiento Penitenciario.En el km 34, está Peldehue, caserío con altos álamos a ambos lados del antiguo camino, que son el vivo testimonio de su origen como hacienda. Al oriente del pueblo, se descubrió una rica mina de oro en el siglo XVIII, lo que motivó la edificación del convento de los dominicos Santa Catalina de Peldehue.
Desvío a termas de Colina
Frente a la iglesia de Peldehue, hay un desvío que lleva a las Termas de Colina, una excelente opción como lugar de descanso. Cuenta con hotel y piscinas.
Continuando el recorrido, el paisaje cambia hacia terrenos semiáridos, cubiertos de espinos, con puntiagudos cerros cerca de la autopista y con la cordillera de los Andes como marco de fondo. En el km 52, un desvío hacia la derecha lleva a las Casas de Chacabuco (MN). Las casas y la capilla se construyeron hacia 1730. El camino de acceso, la iglesia, la casa patronal, las viviendas de los inquilinos y otras construcciones mantienen vivo el aspecto de esta gran hacienda del siglo XVIII. Finalmente, en dirección al sur (km 56), está el Monumento a la Victoria de Chacabuco, emplazado en el lugar donde fueron vencidos los realistas por el Ejército Libertador, el 12 de febrero de 1817, paso decisivo hacia la Independencia de Chile. Se puede regresar por el mismo camino.