Cuando nos dicen Egipto lo primero que nos viene en mente son las pirámides y la esfinge. Pensamos en los faraones, las momias, los jeroglíficos, el nilo… Son recuerdos del Antiguo Egipto, de un pueblo y una cultura que el tópico describe como “cuna de las civilizaciones”.
Pero en Egipto también hay mar, barreras de coral, playas, puestas de sol, cielo insistentemente azul… ¿Has oído hablar del Mar Rojo?
Los buceadores expertos sitúan los arrecifes de coral del mar egipcio entre los mejores del mundo.
Yo lo he visto. Siempre que me preguntan cómo es lo resumo así: la sensación al sumergirse es la de vivir en directo uno de esos documentales de naturaleza que salen por televisión.
Te has levantado temprano (muy temprano) por la mañana. Hace un calor tremendo. Te pones unas gafas, un tubo, nadas un poco y de repente alguien te dice “aquí”. Pues a ver.
Te dejas engullir por el agua y al principio no ves nada, sólo algas y rocas. Te hacen gestos, te señalan algo y empiezas a acercarte. Entonces alucinas.
En cuestión de segundos te das cuenta de que de pequeño no te enseñaron bien los colores, de que existen muchos más y todavía más vivos de lo que siempre habías creído.
Luego notas algo entre las piernas y son unos cuantos peces que siguen su camino observándote de reojo. En este momento paras atención y te das cuenta de que sóis muchos transitando por ahí. Y poco a poco te dejas impregnar de esta civilización submarina.
Hurghada, por ejemplo, es la estación balnearia más apreciada del país y un excelente punto de partida para explorar el Mar Rojo y sus tesoros. O Marsa Alam, desde donde buzos experimentados se acercan a los macizos coralinos y una vasta fauna pelágica en un envidiable estado de conservación.
Para los amantes de la naturaleza también es cita obligada Dahab, con playas a la orilla de las montañas del Sinaí desde las cuales se puede nadar hasta la barrera de coral.
Y para playas, las de El Gouna, que te llevan de isla a isla; o la finísima arena de Sharm El-Sheij, conocido como la estación balnearia del Sinaí.
Taba, punto de encuentro entre África y Asia, frente a la Arabia Saudita, y Nuweiba, uno de los oasis más grandes del sur, cuentan también entre lo esencial para conocer Egipto.
Antes de viajar es bueno siempre tener algunas nociones y consejos prácticos: el clima, formalidades básicas, la moneda… Egipto pone a disposición del turista toda esta información básica.
¿Cuando vuelvas nos cuentas qué tal fue?