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Lo mejor de la Carretera Austral

Diciembre 26, 2019



La Carretera Autral con sus 1.240 kilómetros desde Puerto Montt hasta Villa O’Higgins, está considerada una de las mejores rutas por carretera de toda América y del mundo. Si eres amante de la naturaleza y los espacios vírgenes aquí puedes encontrar lo mejor en Parques Nacionales, fiordos, cerros, lagos, ríos y glaciares. Tan remota es la región que la carretera se finalizó en 1996 pero no esperen encontrar aquí modernas infraestructuras. En su mayoría de trazado el piso es de ripio y las condiciones de la carretera varían continuamente debido a las condiciones climáticas hostiles. Pero de esto se trata. La Carretera Austral es pura aventura.

1. Parque Pumalín

Es el parque privado más grande de Chile (2.890 km2) y presenta enormes extensiones de bosque húmedo templado donde se pueden contemplar los gigantescos alerces andinos, lagunas, ríos, cascadas… y también zonas agrícolas basadas en un plan de sostenibilidad ecológica. La erupción del cercano volcán Chaitén, en 2008, mantuvo el parque cerrado durante tres años por labores de limpieza. Todo quedó sepultado por la ceniza. Hoy es una zona natural modélica con senderos bien conservados e infraestructuras adaptadas al medio. Uno de los treks más populares del Parque es la Laguna Tronador donde, si no se es friolero, puedes darte un baño en esas aguas abrazadas por la vegetación.

2. Parque Nacional Queulat

El nombre que le pusieron los aborígenes Chonos a esta región significa “sonido de cascadas” y esta descripción es clave para entender lo que nos ofrecerá este magnífico parque de 154.000 hectáreas de naturaleza salvaje. Descomunales fiordos de los que se asoman glaciares, cerros que alcanzan los 2.000 metros de altitud y lagunas con témpanos de hielo… algo espectacular. Una de las imágenes más impactantes y la joya del parque es el Ventisquero Colgante. El único inconveniente del parque es la lluvia casi constante. Si tienes la suerte de tener sol jamás olvidarás lo que el Queulat esconde entre el frondoso follaje.

3. Parque Nacional Cerro Castillo

Esta reserva de 180.000 hectáreas presenta una rica flora y fauna enmarcados en profundos valles que se crearon como consecuencia de la erosión de los glaciares que hace miles de años cubrían esta región. Pero sin lugar a dudas la estrella de este parque es el cerro que le da nombre (2.675 metros) que se alza como una robusta fortificación rocosa dominando toda la región. Este espacio natural protegido tiene numerosos senderos que fueron utilizados para el traslado del ganado y hoy sirven para realizar trekkings espectaculares

 4. Lago General Carrera

El segundo lago más grande de Sudamérica después del Titicaca tiene una impresionante extensión de 978 km2 y hace frontera con Argentina (en territorio vecino se llama Lago Buenos Aires). Desde el sendero que bordea sus aguas se pueden apreciar las cimas del monte San Lorenzo  y San Valentín, permanentemente cubiertos de hielo. En el lado chileno, uno de los principales atractivos turísticos son las impresionantes formaciones geológicas de mármol que se hallan en una franja costera de 300 metros. Son las famosas Cavernas y Capilla de Mármol, que forman cuevas y formas espectaculares. Para acceder a ellas hay que contratar excursiones desde Puerto Tranquilo, Puerto Sánchez o Puerto Guadal.

5. Laguna San Rafael

En la zona del Parque Nacional Laguna San Rafael (Reserva Mundial de la Biosfera) se encuentra casi la totalidad de los Campos de Hielo Norte donde abundan los ventisqueros siendo el más imponente el de San Rafael con una longitud de 45 kilómetros y una altura frontal de entre 50 y 70 metros. Un digno rival del famoso Perito Moreno en Argentina, pero mucho menos visitado por las complicaciones de acceso. La manera más habitual es tomar un barco desde Puerto Chacabuco y, desde allí, las embarcaciones navegan por el Río Témpanos hasta llegar a la pared de hielo del ventisquero. Oír crujir el hielo y verlo caer a la laguna es una prueba irrefutable del poder de la naturaleza.

6. Río Baker

Si has hecho rafting en el Maipo y te pareció aburrido, enfréntate al Baker, el río más caudaloso y salvaje de Chile. Las mayores crecidas se dan en verano, cuando la inmensa mayoría de visitantes se acerca a la región, por lo que no hay posibilidad de hacer el descenso con las aguas un poco más calmas. Valentía, adrenalina y una pizca de temeridad se necesita para el descenso del Baker en bote. Si los deportes de aventura no son lo tuyo, puedes realizar numerosas actividades como la pesca con mosca, además de admirar y fotografiar la energía que desprende en sus 370 kilómetros de recorrido.

7. Campos de Hielo

Estas enormes extensiones de hielos continentales es la tercera más grande del mundo (por detrás de la Antártida y Groenlandia) y las únicas con un buen acceso terrestre. Separados por la denominación Norte y Sur, se extiende a lo largo de 350 kilómetros, la mayor parte en territorio chileno. Entre los mares de hielo se alza el cerro más alto de la Patagonia occidental, el San Valentín ( 3.910 metros). Se puede acceder por tierra a una parte del Campo de Hielo Norte por un camino de ripio que parte de Puerto Tranquilo hacia Bahía Exploradores. Distintos operadores turísticos ofrecen caminatas por el hielo, una experiencia memorable.

8. Caleta Tortel 

En un rincón recóndito se fundó en 1955 este maravilloso pueblecito para dar respuesta a la demanda de la preciada madera de ciprés de las guaitecas. Hasta el 2003 sólo se podía acceder a esta zona por vía marítima o aérea… ¡una vez al mes! Por fortuna, la Carretera Austral la conectó con el resto del mundo. Además de un entorno espectacular, su particular estructura urbana con casas y pasarelas de madera que se unen entre sí hacen de este lugar una remanso de paz. Desde aquí se puede visitar el Monumento Histórico de la Isla de los Muertos y disfrutar de actividades náuticas y pesca.