Las Iglesias se hicieron prioritarias en Valparaíso desde sus orígenes y durante toda la etapa comprendida entre la administración española y los inicios de la República. Esto gracias a la profunda religiosidad de su población dada por factores histórico-culturales de las distintas épocas.
Es así como durante el siglo XIX se puede comprender en forma especial el aporte de esta tipología en la consolidación en la trama y vida de este puerto.
Algunos templos se constituyeron, debido a su emplazamiento, en el núcleo generador de un centro histórico promoviendo la expansión de la traza urbana, como fue el caso de la Iglesia de La Matriz en el Puerto y Los Mercedarios en el Almendral. Otros forman parte o consolidan una zona determinada, como lo hizo la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro Barón.
Paralelamente existen ejemplos que por sus valores arquitectónicos particulares han pasado a ser un monumento histórico aislado.
La serie de templos se emplazan siguiendo la forma anfiteatral de Valparaíso, tanto en el plan como en el cerro en orientación hacia el mar. Aún desestimando las vías de acceso de mayor jerarquía, como es el ejemplo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro con respecto al camino cintura en el Cerro Cordillera.
Si bien, el conjunto de iglesias que sobreviven en la actualidad no alcanza a una escala espectacular, no obstante, logran conformar uno de los bienes culturales de interés que aún conservan en Valparaíso.