Situada en la provincia de Colchagua, Región del Libertador General Bernardo O’Higgins, Santa Cruz figura como una de las más tradicionales ciudades de la zona central de Chile; más bien, del campo chileno, acogiendo las costumbres propias de la cultura campestre y destacando como núcleo de actividades vitivinícolas y un atractivo polo de turismo rural.
Santa Cruz se encuentra a poco más de 40 km al oeste de San Fernando y a unos 180 km de Santiago, en un área donde el clima es cálido, el verano extenso y las precipitaciones se concentran en el invierno. El sector también está marcado por la presencia del río Tinguiririca, que cruza el sector norte de la ciudad hasta terminar su recorrido en el lago Rapel.
Las cualidades climáticas, así como las aguas del Tinguiririca, permiten que Santa Cruz y su entorno cuenten con lo necesario para desarrollar labores agrícolas de manera exitosa, siendo sobresaliente la producción de frutas y vinos.
Actividad económica de Santa Cruz y origen
El cultivo de la tierra tiene directa relación con la formación de la ciudad de Santa Cruz. En una primera etapa, el valle de Colchagua, nombre de origen mapuche derivado del vocablo colchahuala, cuyo significado es “lugar donde anida la huala”, fue habitado por los chiquillanes, grupo descrito como una de las poblaciones mapuches más fieras. Durante la Conquista, a mediados del siglo XVI, la zona fue entregada como encomienda a Inés de Suárez. Junto con los españoles, se instaló en estas tierras la orden de los misioneros jesuitas, quienes buscaban evangelizar a la población originaria y, a la vez, introdujeron el cultivo de las viñas con el fin de producir el vino necesario para celebrar misa.
Tiempo después, tras la Independencia, se instalaron en la zona colonias agrícolas y, en diciembre de 1891, Santa Cruz fue declarada comuna; finalmente, en los inicios del siglo XX, obtuvo categoría de ciudad. Desde entonces destaca como centro urbano en medio del valle de Colchagua. En la actualidad, la comuna es habitada por más de 32.000 personas, siendo muy notorio la casi igualdad entre población urbana y rural.
Atractivos de Santa Cruz
Se cuenta que el nombre de la ciudad nació a partir de una cruz levantada en un cruce de caminos, lugar que luego se convirtió en estación de descanso para viajeros. Entonces, llegaron vendedores y surgieron hospedajes, casas y más comercio. En el siglo XVIII, se construyó una iglesia, la parroquia de la Santa Cruz.
En la actualidad, este templo es uno de los atractivos urbanos; se encuentra junto a la plaza de Armas, donde hay un reloj Carillón y se puede apreciar la arquitectura colonial que predomina en las calles. Muy cerca está el Hotel Santa Cruz Plaza; de calidad internacional, constituye desde hace varios años un foco de atracción para la llegada de turistas a esta tranquila ciudad del valle de Colchagua.
También por la Avenida Errázuriz, se encuentran el Casino Colchagua y el Museo de Colchagua. Este último cuenta con una de las colecciones privadas más grandes de Latinoamérica y fue creado para recorrer el pasado de la historia del planeta y del hombre, pero a partir de la realidad americana. Exhibe diversas colecciones reunidas por su fundador, Carlos Cardoen. Entre otras, el recinto contempla muestras de paleontología, arqueología y arte precolombino de Chile y América, historia de la Conquista, Colonia e Independencia de Chile y América, hasta la etapa republicana. Destacan, asimismo, muestras de aperos huasos, coches y carruajes, maquinaria agrícola y ferrocarriles.
Alrededores de Santa Cruz
La ciudad se rodea de extensos viñedos que abren sus puertas a los turistas gracias a la Ruta del Vino del Valle de Colchagua, un circuito turístico creado en 1996 y coordinado desde Santa Cruz.
Además, en los alrededores hay diversos pueblos con ricas tradiciones rurales. A Lolol, por ejemplo, se llega siguiendo el camino desde Santa Cruz a la costa; cuenta con categoría de Zona Típica, por la conservación de su arquitectura colonial, tradiciones y cultura. En ella existe un atractivo museo y se hacen trillas a yegua suelta y carreras a la chilena, entre otras actividades típicas de campo.
En la comuna de Palmilla, al norte de Santa Cruz, se encuentra la hacienda San José del Carmen El Huique, en la ribera este del Tinguiririca. Constituye un museo histórico costumbrista emplazado en una casona declarada Monumento Histórico Nacional; alberga testimonios de las tradiciones campestres y de las viviendas acomodadas del siglo XIX. Tiene una iglesia, con un campanario de 23 m.
Otros dos atractivos destinos son Chépica y Cunaco. El primero es un pueblo inmerso en el valle de Colchagua; se encuentra al sur de Santa Cruz y a 180 km de Santiago. Con agradable clima templado, destaca la Semana Chepicana, celebrada en enero con música y una muestra de comida típica.
Cunaco, por su parte, es una tranquila comunidad situada al oriente de Santa Cruz. Sobresale la producción de frutas y vinos, además de un excelente restaurante que forma parte del circuito de la Ruta del Vino.