Localizada en el norte de Siria, esta conservadora ciudad musulmana es la más antigua del mundo de las que siguen habitadas.
Su legendario legado humano y social se observa en el interior de sus muros, pasando por su caótico y bulliciosos zoco en el que te perderás entre sus más de cuatro millones de habitantes con suma facilidad.
Es el alma y la esencia de la ciudad, 32 kilómetros de callejuelas y pasadizos abovedados. Oirás hablar a comerciantes y mercaderes en árabe, kurdo, armenio, turco y persa, damos por hecho que si no eres un especialista lo más probable es que creas que todos hablan el mismo . Aún se palpa en esa atmósfera de los antiguos bazares de Oriente los olores a hierbabuena, comino, clavo, azafrán y cardamomo.
Todo esto sucede desde hace mucho tiempo, pues la ciudad era un punto clave en las rutas comerciales del Mediterráneo y Mesopotamia, por ello los grandes imperios ambicionaban controlar esta ciudad.
La verdad es que es todo un espectáculo deambular por allí, uno se siente en medio de un vaivén de personas en una ruta con mil y una paradas, ya que todas las tiendecitas que veremos tienen algo que nos impulsará como mínimo a echarle un vistazo. Es como retroceder en el tiempo muchos siglos atrás.
No me sorprendería que en la película Aladdín de Disney se inspiraran en el zoco de Alepo para ‘dibujar’ el mercado (que sí, ya sé que el filme lo sitúa en Bagdad).
La Ciudad Antigua fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO hace ya casi un cuarto de siglo. El centro histórico está rodeado con un muro de 7 puertas, y aunque no estén dentro de él, los barrios del norte, nordeste, este y varios monumentos aislados también son Patrimonio de la Humanidad.
Una vez dentro puedes contemplar la ciudad y el horizonte, realizar una instantánea preciosa, de aquellas de las que el autor se siente especialmente orgulloso y las cuelga en Facebook para dar ‘envidia’ a sus amigos.
La Mezquita Omeya es otro punto en el que podemos pararnos, pues es un lugar bastante importante para la ciudad. En ella reposan los restos del profeta Zacarías. Una vez dentro contemplarás la arquitectura árabe del s.VII d. C mientras oyes a los fieles orar.
Esta legendaria ciudad te transportará en el tiempo. Si deseas acercarte al pasado, vivir in situ unos días en un ambiente único en el mundo, viaja a Siria para descubrir rincones históricos y disfrutar del sisha mientras disfrutas de una fantástica puesta de sol.