En este blog siempre hablamos de lugares a los que nos gustaría ir, cosas que nos gustaría hacer o secretos del mundo que nos encanta descubrir. Pero hoy vamos a cambiar la filosofía del blog. Hoy vamos a hablar de esos lugares a los que no hay que ir. En negrita y subrayado para que quede claro a todo el mundo.
A 35km de la costa de Brasil, en el sur del corazón de São Paulo está la Ilha de Queimada Grande. Una roca cubierta de bosque tropical en la que el desarrollo humano no ha llegado (excepto un pequeño y deshabitado faro), y en la que está prohibida la entrada a cualquier persona.
El paso está prohibido a los hombres, no porque sea una reserva militar o un enclave secreto, sino por su singular habitante y jefe de la cadena alimenticia: las serpientes. Y no son serpientes inofensivas, no. Las serpientes en la Isla de Queimada Grande son una especie endémica cuyo nombre científico es bothrops insulares, yarará dorada en español.
Son terriblemente peligrosas, un solo mordisco podría matar a dos hombres, ya que su veneno funde la carne alrededor de la picadura como si de ácido sulfúrico se tratase. En el siguiente video de Discovery Channel podrás ver como parece que salgan de todas partes:
Dice la leyenda que hay 5 por cada metro, pero los valientes científicos que han visitado la isla han calculado que como mucho hay una por metro cuadrado, parecerá poco, pero piensa que si ves una no podrás huir porque ¡un paso más allá te encontrarás otra!
No queremos desanimar a nadie a visitar Brasil, es más, algún día hemos hablado, y lo seguiremos haciendo, de las cosas que se pueden hacer en este magnífico país, simplemente avisar de que hacer el Robinson en Ilha de Queimada Grande no es una buena idea.