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Viaja y conoce Puerto Bories

Septiembre 5, 2016



A sólo cinco kilómetros de distancia de la cada vez más turística y cosmopolita ciudad de Puerto Natales, se ubica uno de los pocos testigos arquitectónicos de la colonización de la Patagonia chilena y que, con más de un siglo desde su creación, se ha convertido en una de las nuevas atracciones de la XII región.

Puerto Bories

Nuevo es un decir. Puerto Bories es el poblado que antecedió a la formación de Natales y uno de los lugares que provocaron el poblamiento de la provincia de Última Esperanza.

Museo Habemus
Los últimos dos años el extremo más al norte de la costanera natalina ha sufrido variados cambios: un nuevo astillero, varios hoteles 5 estrellas y el nacimiento del museo de sitio que ha rehabilitado a Puerto Bories de un marasmo de décadas.

Remozado desde el año 2005, la iniciativa privada ha tornado al antiguo frigorífico en historia viva. Luego de ingresar a una refaccionada casa que hace las veces de entrada, se puede vivenciar la antesala de lo que será el recorrido por Bories. Fotos antiguas de principios del siglo XX y ventanas que dan a lo que quedó del período denominado del “Oro Blanco”.

Una vez fuera, al aire libre y con el viento patagónico en el rostro, comienza la visita autoguiada. Mediante un pequeño walkman y audífonos junto a la voz de un locutor, se recorren más de veinte estaciones en que se relata la utilidad de cada una de las áreas del complejo.

Historia Ovejera
El año 1906 la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, comandada por Sara Braun y José Menéndez, instaló en la zona lo que se convertiría en el matadero más grande de Patagonia. Para 1911 cerca de 300 mil ovejas eran sacrificadas y utilizadas en su totalidad para generar cueros, lanas y otros subproductos que eran enviados a Europa mediante un sofisticado mecanismo ferroviario que unía a la fábrica con un muelle de grandes dimensiones y mucho mayor al actual que detenta la ciudad vecina.

De hecho, el poblamiento y fundación de Puerto Natales  (1911) ocurrió debido a la cantidad de obreros que se necesitaron en las faenas ganaderas y que eran trasladados en tren a Bories.

Mismos trabajadores que en 1919 protagonizaron uno de los capítulos históricos más negros de la región, cuando en un confuso incidente sindicado a la petición de reformas laborales, murieron 10 personas en un conflicto con la policía.

Décadas después de este nefasto incidente la producción fue lentamente disminuyendo hasta acabar su vida útil en la década de los 70’.

Recuerdos del Pasado
Pasear por Bories es meterse de lleno en un tiempo lejano. La enorme chimenea solitaria y los altos muros de ladrillo que conforman la parte más preservada del sitio, dan una acabada imagen de lo que significó la fábrica, un siglo atrás.

La arquitectura victoriana y las maquinarias inglesas que producían la energía necesaria para la labor de los peleteros, la refrigeración de las carnes, etc.

Igualmente llama la atención los impresionantes galpones donde se trasquilaba la lana. Enormes y luminosos, con algunas pieles en el suelo para ejemplificar y con la soledad de este frigorífico fantasma, las sensaciones se agolpan y estremecen al visitante.

La mantención del museo ha permitido que muchas de las herramientas y salones se encuentren en condiciones adecuadas para los visitantes. De hecho más de cuatro mil personas visitaron el año pasado el lugar, del cuál la mayoría son chilenos que se asombran con una de las tantas historias que la Patagonia recién comienza a desempolvar.

Datos Útiles
• Precios: El costo de entrar al Museo es de $3500 pesos que incluye la grabación auto guiada. Abierto de lunes a domingo desde las 09:00 a las 13:00 y desde las 15:00 a las 20:00.
• Como Llegar: Caminando es una hora. En taxi cuesta $2000 pesos promedio.

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