Este paseo lleva hasta las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, además de bellos oasis.
Saliendo de Iquique por la calle Bulnes y siguiendo el camino que avanza por el faldeo de la cordillera de la Costa, se llega a Alto Hospicio, zona industrial y habitada por cerca de 85.000 personas.
Continuando el camino, se llega a la zona de las calicheras, con categoría de Monumento Nacional y propiedad de la Corporación Museo del Salitre. El lugar abarca 500 ha y alberga las salitreras Humberstone y Santa Laura, recintos declarados Monumento Natural y Patrimonio de la Humanidad. Se emplazan sobre un terreno rocoso de superficie irregular y con gran presencia de costras salinas.
A la oficina salitrera Santa Laura se accede en el kilómetro 45 tomando el desvío señalizado. Se trata de un recinto que funcionó entre 1872 y 1960. Se conservan algunos edificios y las estructuras industriales, especialmente, la Planta de Lixiviación conocida como La Máquina, donde se puede apreciar parte del proceso de elaboración de salitre en el sistema Shanks. También destaca la Casa de Administración, donde se exhibe una interesante colección de objetos históricos relacionados con la vida cotidiana y las faenas salitreras en esta oficina.
La entrada es gratuita y el horario de visita es de 9:00 hasta las 18:00 h.
Muy cerca del desvío que lleva a Santa Laura, se encuentra el acceso a la Oficina Salitrera Santiago Humberstone. Para ingresar a ella se debe cancelar una entrada de $1.000 para adultos y $500 para niños. El horario en que está abierta es de 9:00 hasta las 19:00 h.
La historia de este recinto comienza en 1862, cuando se fundó con el nombre de La Palma. A partir de un cambio de dueños, fue rebautizada en 1933, en honor al químico salitrero inglés James Humberstone.
Resulta interesante conocer el Teatro, la Pulpería, la Casa de Administración, la piscina, el hotel y un mercado. El sector industrial se encuentra parcialmente desmantelado, quedando solamente la maestranza, la fundición, la casa de fuerza y la chimenea.
De regreso en el camino original, al llegar al kilómetro 47 está el enlace con la Ruta 5 Norte, punto donde hay antiguas carretas usadas para cargar salitre, además de una pequeña locomotora que data de 1876.
Siguiendo rumbo al sur, se llega a Pozo Almonte, poblado originado como punto de servicio salitrero y proveedor de agua, que en la actualidad constituye una ciudad habitada por más de 10.000 personas, y en la que se encuentran pintorescos restaurantes.
Desde el año 2008, existe un tren turístico que une Pozo Almonte con Humberstone; se trata de una máquina restaurada que tiene capacidad para 80 pasajeros.
Avanzando por el camino original, se llega a un desvío que indica como destino Pica. En el trayecto se llega al pueblo de La Tirana, considerado Zona Típica y ubicado a 995 msnm. Es habitado por unas 1.300 personas, pero para las fechas de celebración religiosa, como la festividad de la Virgen del Carmen (entre el 9 y 19 de julio), el poblado recibe cerca de 30.000 fieles.
Continuando rumbo a Pica, se llega al oasis La Huayca y, tras varios kilómetros, a Matilla. Esta localidad se ubica a 1.160 msnm y fue poblada hacia 1760. Algunas de sus atracciones son la iglesia de San Antonio y su campanario, el museo de sitio Lagar de Matilla y el Gólgota del Reencuentro, santuario católico.
De regreso en el camino principal y continuando el viaje a Pica, se pueden conocer las réplicas de dos de los dinosaurios cuyas huellas fueron halladas en la quebrada de Chacarilla.
Finalmente, el camino accede a la plaza de Pica, poblado prehispánico de más de 6.000 habitantes que se encuentra a 1.325 msnm, en el piedemonte de la cordillera de los Andes. En la zona afloran vertientes que riegan el oasis donde crecen naranjos, limones, limas y pomelos, además de mangos y guayabos. Los frutos de estos árboles son transformados por los lugareños en néctares, mieles y mermeladas.
En el área agrícola, hay cochas o estanques usados para el riego o el baño de los turistas, como, por ejemplo Cocha Resbaladero. En la zona urbana, figuran la iglesia de San Andrés (Monumento Nacional) y el Barrio Histórico, con casas, generalmente, de madera y revestidas con caña de Guayaquil y estucada de anhidrita.