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Ruta : Al altiplano por Ollagüe

Diciembre 26, 2014



Calama chile

Este paseo ofrece el atractivo de avanzar por paisajes de naturaleza agreste, donde sobresalen imponentes volcanes y vistas a los salares Ascotán y Carcote. Como se trata de un trayecto solitario, es mejor realizarlo de día y en dos vehículos. También es recomendable llevar alimentos, agua, combustible, ropa de abrigo y una carpa, por si se decide acampar en el salar de Ascotán.

Comenzando en Calama, el viaje recorre en total (ida y vuelta) unos 388 km, los que se transitan, en gran parte, por camino ripiado. Saliendo de la ciudad por la ruta que lleva a Bolivia y pasa por Chiu Chiu, en el kilómetro 31, se debe seguir por el Camino Internacional para, luego, en el kilómetro 39, cruzar el desvío a Lasana. Por esta senda, se asciende en la pampa, avanzando en el cajón del río Loa y disfrutando de una hermosa panorámica hacia los cerros Tatio y Paniri, además del volcán Linzor.

En el kilómetro 65, se sigue por un camino rodeado de acueductos que bajan desde Inacaliri, montaña desde donde emerge un antiguo canal de agua; data de 1914 y fue el primero que llegó a Antofagasta. En la actualidad, estos conductos entregan agua a Chuquicamata, Calama y, también, a Tocopilla.

Avanzando con rumbo norte, se encuentra un nuevo acueducto; este bordea el camino y fue construido en 1986 sobre apoyos de piedra para evitar que la alta salinidad presente en los suelos afectara con corrosión a las cañerías.
En el kilómetro 78, está la estación San Pedro, hoy por hoy, un lugar casi deshabitado. Cuenta  con un pequeño cementerio rodeado por algunas viviendas de piedra y la presencia de una sola familia. No obstante, cuando se celebra la fiesta religiosa de San Pedro, la aldea se llena de visitantes.
En el pasado, hacia 1955, la estación correspondía a un importante lugar de acopio de llareta, planta que crece muy lentamente y habita ecosistemas situados entre los 3.000 y 4.500 msnm. Antiguamente, el vegetal se usó como combustible doméstico y para labores industriales en minas, como la de Chuquicamata.
Dejando atrás esta aldea casi fantasma y avanzando 3 km por la carretera, se cruza el bello río San Pedro y, luego, 8 km más adelante, se pueden apreciar los volcanes San Pedro y San Pablo. Ambos sobrepasan los 6.000 msnm y lucen sus cumbres cubiertas de nieve durante toda época del año, así como extensas lenguas de lava solidificada en sus laderas.
Continuando por la ruta, se pasa junto al cono del volcán Poruña; éste se eleva 180 m sobre la pampa y corresponde a un cono emergido tardíamente del volcán San Pedro.
El camino sigue ascendiendo y atraviesa un portezuelo volcánico, que cierra la depresión donde se encuentran los salares. En el entorno, se observan la línea férrea del tren FCAB (Ferrocarril Antofagasta Bolivia), construido en 1890, y la  matriz de agua instalada por la mina El Abra, a mediados de la década de 1990.
En el kilómetro 196, a 3.960 msnm, está la estación Ascotán y, junto a ella, un poblado en ruinas. La zona acogió una importante mina de bórax que dejó de funcionar en 1950. Comenzó a ser explotada con capitales ingleses a fines del siglo XIX, específicamente en 1882, y el material obtenido se trasladaba hasta Salinas en carretas tiradas por mulas. Posteriormente, un ferrocarril llevaba la carga hasta destinos más lejanos.
En este lugar también está el paso fronterizo Ascotán. Tiene control obligado de Carabineros y, luego de avanzar 1 km, se señaliza un área minada, por lo que no es recomendable bajarse del vehículo; tampoco salirse del camino.
Tras dejar el portezuelo se baja al salar de Ascotán, con 246 km2 de superficie blanca y plana, interrumpida solamente por algunas lagunas habitadas por flamencos.
Por sus riberas, es usual ver algunos pequeños grupos de vicuñas en busca de alimento en la vegetación que crece por la orilla.
Entre las particularidades del salar destaca el lago de bórax más grande del mundo, extendido entre los cerros y volcanes en la frontera con Argentina. Uno de ellos es el Ollagüe, cuya última actividad se registró a mediados de la década de 1980.
Al final de este camino, se cruza el valle de Cebollar y, en el kilómetro 153, se encuentra la estación del mismo nombre, donde hay canchas de acopio de bórax.
Un poco más delante, se accede a la Reserva Nacional Alto El Loa, un parque de 278.000 hectáreas con quebradas, bofedales, vegas altiplánicas, lagunas, el nacimiento del río Loa y parte de los salares Ascotán y Carcote.
En los ecosistemas del parque, habitan casi 70 especies de animales, de las cuales, alrededor de 20 tienen problemas de conservación. En la vegetación, en tanto, destaca la presencia de unas 130 especies, entre las que figuran llaretas y queñoas.
Avanzando, en el kilómetro 164, la ruta se aleja del salar y 4 km más adelante, hay otro portezuelo. Al dejarlo atrás, se baja al salar Carcote por la cuesta San Martín y, en la panorámica, lucen hacia el norte los volcanes Ollagüe (5.863 msnm) y Aucanquilcha (6.176 msnm).
Hacia el frente del camino, el paisaje es un árido desierto interrumpido por una vega verde llamada Caichape.
En el kilómetro 194, se arriba a Ollagüe, pueblo altiplánico de poco más de 300 habitantes, situado a 3.696 msnm, dentro del salar homónimo que se extiende por 31 km2. La aldea fue creada por pastores altiplánicos y en su historia hubo una época de gran actividad, consecuencia de la llegada del ferrocarril en el año 1886 y de la explotación de azufre. Las plantas de este mineral fueron cerradas en 1992 y, actualmente, el pueblo no tiene gran actividad.
No obstante, cuenta con servicios básicos, alojamiento con pensiones, un albergue, un restaurante y un complejo fronterizo. El Museo Antropológico Leandro Bravo es uno de sus puntos de interés: exhibe piezas etnográficas y arqueológicas de comunidades originarias, entre otros elementos. Está en la calle Aníbal Pinto s/n, dentro de la escuela San Antonio de Padua.