Un zumbido largo se escucha en las alturas del bosque colindante a Aguas Calientes como si se tratase de una abeja a chorro. Por las copas de los árboles vuelan personas pendiendo de un cable a bordo del Canopy, la novedosa atracción de los bosques sureños.
Mientras frente del río se encuentra una espléndida piscina al aire libre que alberga a decenas de personas en medio de la naturaleza y de sus portentosas aguas termales provenientes de las subterráneas vertientes de los volcanes adyacentes. Al igual que la piscina techada, la favorita, ubicada en las cercanías de la ruta y que cada año atrae a miles de personas pero hay más que eso. Aguas Calientes ofrece más.
Caliente, Caliente
Desde siempre las aguas termales han ejercido un influjo hipnotizante en quienes se sumergen en ellas. Bienestar físico y espiritual se suceden a raudales en sus pacíficas aguas. La temperatura excede los 35º y los vapores que se levantan de la piscina techada hacen que los grandes ventanales que dan al bosque se empañen entibiando aún más el ambiente.
Aguas Calientes (¿qué mejor nombre podría haber tenido?) posee dos piscinas, la anteriormente descrita, y una al aire libre en que en los días de lluvia se congregan la mayor parte de los visitantes al mezclar ambiente frío y aguas… calientes. Son particularmente recomendados los baños en el tratamiento de afecciones crónicas, como el reumatismo, artritis, neuralgias, enfermedades respiratorias, de la piel y del sistema nervioso. La combinación con aplicaciones de agua fría es recomendada para regular la temperatura del cuerpo y así evitar desequilibrios en el organismo.
Pero no solamente de piscinas vive el lugar, se ofrecen además baños de tina con hierbas o azufre, aromaterapia, masajes, fangoterapias (masajes con arcilla volcánica) y mieloterapia (miel de ulmo en todo el cuerpo).
Un espacio propicio para salir como nuevo. O directo a la cama.
La Cabaña en el Bosque
Aguas Calientes está separada por la ruta que une Antillanca con el camino internacional Osorno-Bariloche. Por un lado las aguas y por el otro las cabañas para quienes deseen quedarse.
Una treintena de refugios de montaña, con largos techos y la clásica formación A, pueden albergar a más de 150 personas. Son todas espaciosas y con el equipamiento clásico para una familia al incluir televisor, refrigerador y cocina. El espacio alcanza hasta para unas 6 personas y hace pensar en las ganas que tiene, casi todo mortal, de tener una casa perdida en un paraje tan bello como el de la X región.
Además si no hay ganas de cocinar, las termas ofrecen un completísimo restoran con una variedad de platos bastante amplia. Así mismo hay un quincho lleno de carnes asadas en verano, una cafetería y un almacén.
Ahora si el presupuesto es menos holgado también hay la posibilidad de acampar en el camping Chanleufú que cuenta con luz eléctrica, agua, fogón, mesones, estacionamientos. Además todos los residentes de Aguas Calientes tienen derecho libre a la piscina termal.
Sobre los Árboles
Panoramas hay de sobra y lo que más se agradece es que sea esta dirigida a todo tipo de público sin distingos económicos y que ocupe la espectacular locación en que se hayan ubicadas las termas: el Parque Nacional Puyehue.
Un tupido bosque es el marco de la mayor parte de las actividades que Aguas Calientes ofrece: caminatas, juegos infantiles y bicicletas de montaña. Pero la gran atracción del lugar es el Canopy, nuevo deporte aventura que ofrece el inmejorable momento de volar por los aires.
Un cable de acero trenzado entre los árboles y una serie de plataformas, nueve en total, constituyen la mayor parte de la infraestructura. El resto lo constituye un arnés, un casco y guantes de seguridad que son otorgadas a cada uno de los participantes y que son ayudados, en todo momento, por experimentados guías que no dejan de acompañar y solucionar las dudas de quien corresponda.
De hecho, antes de irse de rama en rama hay un excelente instructivo en tierra para saber cómo manejarse con los mosquetones y qué hacer en caso de que no se avance tanto por el cable como se quisiera.
Luego es solamente diversión y unas panorámicas impresionantes sobre el río Chanleufú el que se cruza a velocidades vertiginosas mientras las ramas de los árboles parecieran que se van contra uno.
Pero eso no es todo, Aguas Calientes apuesta por diversificar su oferta para este verano, queriendo traer a sus tierras a la gente joven y promoviendo el conocimiento del mismo Parque, es por ello que ya están en carpeta la visita a cuevas volcánicas subterráneas en las cercanías de Antillanca y el ascenso a cumbres volcánicas cercanas.
Todo para sacarle mayor provecho a una zona que sin ser desconocida, aún se mantiene como un sitio virgen y con variados lugares para visitar, siempre que no se quede pegado a las aguas calientes que bañan el lugar.