Uno de los lugares más lindos de Chile se encuentra al alcance de los bolsillos en esta temporada baja. Sólo hay que ir abrigado, premunido de un impermeable, con un cargamento de rollos fotográficos y con el vaso whiskero regalón.
Es marzo y como de costumbre el sol veraniego se hace presente con más intensidad que el mes anterior. Cosa rara, pero cierta. Y aprovechando este regalo climático y las ofertas de las distintas agencias de viaje por ser temporada baja, proponemos visitar la Laguna San Rafael y su famoso ventisquero. Un lugar que podría estar dentro de las Siete Maravillas de Chile (y por qué no del mundo) si se realizara un ranking de este tipo.
El área forma parte del parque del mismo nombre, creado en 1967 para proteger un deshabitado e inaccesible territorio de 1.742.000 hectáreas que acoge a una variedad impresionante de especies vegetales y animales y cerca de un tercio del Campo de Hielo Norte.
Capturado en miles de fotografías y otras tantas miles de grabaciones para la TV, documentales o videos de consumo familiar, esta zona deslumbra a todo el que llega, porque no es común estar sentado en un bote que parece una hormiga en comparación con la monumental muralla de hielo que es el ventisquero San Rafael. Si sumamos el hecho de que continuamente se están desprendiendo bloques gigantescos que van a dar a las aguas en un estruendo capital, los pequeños visitantes se dan cuento de lo grande que es el mundo y lo ínfimo que es el ser humano.
El desprendimiento de las masas de hielo del glaciar en determinadas épocas del año constituye uno de los espectáculos más interesantes de la naturaleza. A diferencia de los restantes glaciares existentes en el parque, el ventisquero San Rafael está en retroceso debido a la influencia del clima oceánico, relativamente templado en la zona. El parque resulta además de interés para los vulcanólogos, y destaca entre sus montes el San Valentín (4.058 m), el de mayor altura de la zona.
San Rafael se encuentra a un día de navegación desde Puerto Chacabuco, en la Undécima Región y dos días y medio de Puerto Montt. Se llega cruzando el Fiordo Elefantes para penetrar por el río Témpanos, que es el desagüe natural de la laguna. Debido a las altas mareas, las aguas del río se mezclan y hacen que la laguna sea salobre.
Propongo un brindis por…
Si bien el área del ventisquero es ampliamente conocida, el parque goza de un completo anonimato. Sólo algunos se atreven a internarse por los pocos senderos habilitados, siendo el principal el que va desde la guardería de CONAF hasta la inmensa mole de hielo. Sucede que casi todo el territorio está cubierto de hielo (por el Campo de Hielo Patagónico Norte) o sencillamente no hay caminos ni senderos. Lo que se llama “tierra virgen”.
En los sectores despejados a nivel del mar se puede observar una rica vegetación compuesta por mañíos, coigües de Magallanes, tepas y canelos; mientras que las lengas, ñires y cipreses de las Guaitecas aparecen por sobre los 700 metros de altura. Si se tiene suerte, se podrán admirar aves como el caiquén, el zarapito, el martín pescador y el traro; o mamíferos como el simpático pudú, el chungungo, huemules, elefantes marinos y toninas o delfines negros.
La historia dice que la primera visita de reconocimiento fue la del conquistador español Bartolomé Díaz Gallardo, quien por mandato del Virrey del Perú exploró la zona en 1674. Al entrar a la laguna quedó fascinado ante tanta belleza natural y como era día de San Rafael, le puso ese nombre.
Pasarían siglos hasta que se explotara el sitio turísticamente. Es que llegar no es fácil. Por ello es común que los entumecidos aventureros celebren el arribo con un vaso de whisky acompañado de hielo milenario. Después de un recorrido por los témpanos flotantes y un acercamiento a la pared, ellos vuelven al barco a comentar el magnífico espectáculo. No se olvidarán de él por muchísimos años, tal vez nunca más en la vida.
DATOS UTILES:
· El clima es húmedo, con una temperatura anual de 8 ºC de promedio y precipitaciones que alcanzan, en las zonas de mayor altura, los 5.000 mm anuales.
· La mayoría de las empresas navieras realizan viajes que demoran entre 4 y 6 días. Las más importantes son Crucero El Colono (fono 600 600 8687), Navimag (fono 442 3120) y Cruceros Skorpios (fono 231 1030) El valor varía entre los $145.000 y los $600.000.
· Las salidas son desde la ciudad de Puerto Montt y desde Quellón, en Chiloé.
· Debido a las características de la zona, no olviden llevar ropa abrigada e impermeable.
· En Puerto Aisén, en los embarcaderos de Puerto Palos y Puerto Aguas Muertas, se puede llegar a un trato especial con los propietarios de las lanchas y viajar a la Laguna San Rafael a precio módico y completamente entregado a la aventura.