Ciudad de México está haciendo del turismo su gran empresa y en este sentido no descuida nada. A sus cientos de atractivos culturales y de entretenimiento que la convierten en visita obligada dentro de Latinoamérica, ha sumado una especial preocupación por un segmento varias veces olvidado: el de los niños y adolescentes. Las autoridades turísticas y empresarios del sector han acordado entregar sus máximos esfuerzos para que los menores lo pasen tanto o mejor que sus padres y que, además, esto no signifique un gasto extra. En este sentido, muchos hoteles no cobran a menores de 18 años que comparten la habitación con sus papás, sumado esto a otros beneficios en el servicio.
Si preguntan por la última novedad para los más chicos en la recepción del hotel, de seguro les responderán que el lugar ideal es la Ciudad de los Niños, ubicada en el malecón de Santa Fe. Acá los menores tienen la oportunidad de entrar a un aeropuerto hecho a escala, comprar un boleto, subir a un avión y desembarcar en un exótico destino. Tras aterrizar y pasar por los “controles de inmigración”, visitan el “poblado”, donde encuentran un circuito de carreras, los rápidos de un río, una montaña para escalar y un glaciar en el que pueden trepar ayudándose de una piqueta. O sea, estamos hablando de futuros viajeros que aprenden de manera didáctica y divertida lo que sus padres (en muchos casos) recién están aprendiendo.
Otra remodelada atracción está en el Paseo de la Reforma. Se trata del Centro de Convivencia Infantil Benito Juárez. Allí los jardines son serpenteados por pistas de triciclos para pequeños. Hay un teatro infantil y talleres de origami, de ecología, pintura, etc. Una tarde en este sitio es la delicia para toda la familia, ya que los alrededores son magníficos.
Pero sin duda, uno de los sitios preferidos, tanto por extranjeros adultos o niños, como por habitantes locales, es el Parque de Chapultepec, un lugar de 800 hectáreas donde se mezclan de manera armónica bosques, lagos y un sector de juegos y restaurantes. No se trata sólo del parque más antiguo de toda América, sino que de uno de los más grandes del mundo. Cuenta de hecho con una “isla acuario” en donde se realizan espectáculos con delfines y focas y hay un parque acuático con olas artificiales, toboganes y un “lienzo charro” donde los domingos se celebran rodeos al estilo Mexicano.
Aprender jugando
Y si de fauna se trata, el Parque Zoológico de Chapultepec está entre los mejores de su tipo a nivel mundial. Entre las 300 especies que allí viven en amplios espacios libres, destacan el primer oso panda nacido en cautiverio, además de los raros tigres blancos, lobos mexicanos, ovejas cimarrón y osos de anteojos. El zoológico cuenta con un área en donde los niños pueden acercarse a cachorros de león, llamas, crías de elefante y otros animales. En una reciente renovación del Parque, en la cual se invirtieron dos años y 30 millones de dólares, se incluyeron paseos en pony, un estanque con barcas, casas en los árboles, zonas de picnic y un pequeño tren que recorre el perímetro del zoológico. Es una visita que demanda un día entero.
Como dato anexo, la idea de zoológico ya era practicada por los aztecas. El emperador Moctezuma Xocoyotzin instauró en Tenochtitlan los primeros recintos dedicados a diversas especies de la fauna mesoamericana. A la llegada de los conquistadores ya existía en la capital mexicana lugares exclusivamente dedicados a fieras y aves que contaban a su vez con agrupaciones de peces y cuadrúpedos de la región o exóticos, como fue el caso de un bisonte norteamericano, al cual se le hizo una pintura en el año 1554. Estos espacios cumplían varios fines: servían como espectáculo para los pobladores, algunas especies como alimento y otras eran utilizadas con fines medicinales.
En cuanto a lugares con clara intención educativa, Ciudad de México no se queda atrás. Partiendo por el museo El Papalote y pasando por el Museo Tecnológico, el del Automóvil, el Museo de Historia Natural y el Universum (museo interactivo para niños dedicado a las ciencias). La idea es que todos los visitantes se instruyan de manera más entretenida. El Papalote es el favorito de los niños, ya que fue construido para que aprendan todo sobre el cuerpo humano, la naturaleza, las ciencias, las comunicaciones y el arte. Todo ello en un ambiente muy lúdico, lleno de laberintos y una escalera musical. El diseño del museo es espectacular y la experiencia para el niño inolvidable. Hay un circuito para ser recorrido en silla de ruedas y un túnel oscuro, para comprender los desafíos por los que pasan lisiados y ciegos. Además, se puede trepar un árbol tropical de 12 metros de altura.
Otros sitios interesantísimos son el Desierto de Los Leones, que no es un desierto ni tiene leones, sino que es un convento de carmelitas del Siglo XVII abandonado y rehecho para que la familia se aventure por sus pasadizos secretos y bellos bosques; el Museo del Caracol, que a través de maquetas, mapas y documentos muestra la historia de la evolución de México como nación independiente; y la Gruta Marina (en el Parque Chapultepec), que muestra la importancia del agua y la vida que la habita con material didáctico y acuario incluido.
DATOS UTILES:
· LanChile y Aeroméxico vuelan regularmente a Ciudad de México. En algunos casos hay que hacer trasbordo en Miami.
· Para mayor información sobre panoramas y eventos en Ciudad de México, visiten el sitio web www.mexicocity.gob.mx.
· El Museo El Papalote se ubica en la Avenida Constituyente 268, Daniel Garza, México D.F. Esto es en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec. El teléfono es el 160 6060.
· El Museo de las Ciencias o Universum se encuentra en Calle Insurgentes Sur #3000, en el circuito exterior de la UNAM. Los horarios de visita son de lunes a viernes de 9 a 18 horas y los sábados y domingo de 10 a 18 horas. El teléfono es el 622 7336 o el 665 4527.
· Los museos de Historia Natural y el del Caracol se encuentran en el Parque de Chapultepec, en la Segunda y Primera Sección del Bosque, respectivamente.
· El código telefónico de México es 52 y el de Ciudad de México es 5.