Esta pequeña ciudad se encuentra, aproximadamente, 300 km al sur de Antofagasta, junto al océano y a áreas de gran valor arqueológico, histórico, ecológico y astronómico. Es una zona dominada por el clima desértico con nublados abundantes.
Cuenta con cerca de 14.000 habitantes; tiene el encanto de haber sido un cosmopolita punto del Norte Grande, gracias a la importante actividad salitrera y, como consecuencia de esto, a la llegada de inmigrantes europeos y asiáticos.
Todo comenzó en la década de 1850, cuando el explorador e industrial José Antonio Moreno llegó a este sector para explotar las minas de cobre. Poco tiempo después, se establecieron una fundición y un muelle, favoreciendo así la exportación del mineral hacia mercados europeos.
A partir de esto, gran cantidad de barcos llegó a Taltal, determinando su habilitación oficial como puerto en 1858. Para 1876, en el Cantón de Taltal había 21 oficinas salitreras y el auge económico derivó en la organización de una ciudad, además de la declaración del lugar como Puerto Mayor. Su crecimiento fue tal que la urbe llegó a ser el tercer puerto del país, luego de que en 1882 se inaugurara el ferrocarril construido por The Taltal Railway Co.
En 1874, una vez que Chile cedió el territorio situado al norte del paralelo 24 °S, Taltal correspondió al territorio situado más al norte del país, figurando como una ciudad con varios consulados, siete muelles y cerca de 30.000 habitantes, quienes disfrutaban de una vida lujosa, con muchos espectáculos como obras de teatro y presentaciones de ópera, además de carreras de caballos en el club hípico y corridas de toros.
La prosperidad que dio la explotación de este mineral solamente duró hasta 1930. La creación del salitre sintético tuvo como consecuencia la paralización y posterior cierre de las oficinas ubicadas en el cantón, entre 1942 y 1960.
En la actualidad, la minería sigue siendo una de las principales actividades de Taltal, pero comparte su importancia en la economía local, principalmente, con la pesca.
Atractivos
Naturaleza y entretenciones de Taltal
En el centro de la ciudad hay numerosas casas registradas como parte del patrimonio cultural chileno. La iglesia San Francisco Javier, inaugurada en la década de 1890, de estilo gótico alemán y construida completamente con madera de pino oregón, es otro de sus atractivos urbanos. Muy central, se emplaza en la calle Arturo Prat, frente a la plaza de Armas.
En el edificio de la Ex Gobernación del Departamento de Taltal, levantado hacia 1885 y declarado Patrimonio Histórico de la comuna, se alberga el Museo Augusto Capdeville Rojas. La institución, que reabrió sus puertas al público en el año 2001, exhibe el patrimonio arqueológico e histórico de Taltal en diez salas de exposiciones.
La deliciosa gastronomía taltalina también es parte de la atracción local. Entre los platos típicos que se pueden encontrar, se cuentan algunos de pintorescos nombres: torta de mariscos, pulpo ensueño, jaiba con pellizcones, reina del congrio taltalino, mil hojas de pescado y canastitos de mariscos.
En las afueras de la ciudad, en años en que el invierno es particularmente lluvioso (es una zona desértica), se desarrolla en primavera el desierto florido, dando origen a un paisaje lleno de colorido y belleza, gracias al crecimiento de daleas, nolanas, alstroemerias o lirios del campo, añañucas rosadas y tigridias.
Sitios históricos y otras playas cerca de Taltal
Cifuncho es una playa de aguas cristalinas y arenas blancas. Está a 32 km al sur de Taltal, en una zona conocida como bahía Lavata. Aquí, las condiciones son fabulosas para el baño, ya que es un área abrigada del viento y sin oleaje. Los turistas pueden acampar y practicar deportes náuticos, pesca de orilla y caza submarina, además de disfrutar con los productos que ofrecen los pescadores en la pequeña caleta de Cifuncho.